Rodear al gobierno frente a la arremetida de la delincuencia
Los periódicos, la radio y la televisión se han convertido en un catálogo inevitable de hechos violentos en las diferentes regiones del país y la percepción de los ciudadanos es que la inseguridad va creciendo y nos está ganando la partida.
Por un lado encontramos las retaliaciones entre bandas criminales que se pelean el mercado del microtráfico de drogas y las rutas de exportación de la cocaina y otros alucinógenos. Por el otro, tenemos organizaciones delincuenciales formadas por jóvenes que asaltan en las calles, impulsan el fleteo, arrasan con lo que hay en las residencias, tienen aterrados a los dueños de establecimientos comerciales e instauran la extorsión contra personas indefensas. Otros jóvenes, desafortunadamente, hacen escuela en el sicariato.
El panorama es ciertamente preocupante, a pesar de los notables esfuerzos del Gobierno Nacional por reducir la criminalidad. Pero necesitamos mayor colaboración y solidaridad de la gente con nuestras autoridades. Hay que rodear a la fuerza pública, a los organismos de inteligencia y al poder civil para que sean más contundentes los golpes contra el delito. Esperamos que así sea, si de verdad deseamos que se restauren la tranquilidad y el orden en nuestras ciudades.
Por un lado encontramos las retaliaciones entre bandas criminales que se pelean el mercado del microtráfico de drogas y las rutas de exportación de la cocaina y otros alucinógenos. Por el otro, tenemos organizaciones delincuenciales formadas por jóvenes que asaltan en las calles, impulsan el fleteo, arrasan con lo que hay en las residencias, tienen aterrados a los dueños de establecimientos comerciales e instauran la extorsión contra personas indefensas. Otros jóvenes, desafortunadamente, hacen escuela en el sicariato.
El panorama es ciertamente preocupante, a pesar de los notables esfuerzos del Gobierno Nacional por reducir la criminalidad. Pero necesitamos mayor colaboración y solidaridad de la gente con nuestras autoridades. Hay que rodear a la fuerza pública, a los organismos de inteligencia y al poder civil para que sean más contundentes los golpes contra el delito. Esperamos que así sea, si de verdad deseamos que se restauren la tranquilidad y el orden en nuestras ciudades.
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