Carta al Presidente Juan Manuel Santos - Inseguridad



Afirma Senador José David Name

“Presidente Santos, ni el Atlántico ni Barranquilla  pueden seguir bajo el imperio de la inseguridad”

En carta enviada al Presidente Juan Manuel Santos el día de hoy, el Senador José David Name solicitó al mandatario la inmediata intervención del gobierno nacional frente a la situación de inseguridad de Barranquilla y su Área Metropolitana, así como en otras zonas del Atlántico.

El expresidente del Senado pidió “la realización de un Consejo Extraordinario de Seguridad en Barranquilla para que se evalúen las medidas que hace algunos días se anunciaron, su efectividad y resultados, y si es pertinente que se multipliquen los esfuerzos para que la inoperante judicialización de los criminales no anule la lucha de la Fuerza Pública en procura de su captura”.

A continuación la carta enviada al Presidente Juan Manuel Santos:

Bogotá, Enero 26 de 2017

Doctor
JUAN MANUEL SANTOS CALDERÓN
Presidente de la República
Casa de Nariño
E.        S.          M.


Excelentísimo Señor Presidente Santos:

Como usted lo pudo comprobar en su reciente visita y de acuerdo con los indicadores criminales que agravan el panorama a la fecha, la situación de inseguridad de Barranquilla y su Área Metropolitana, así como en otras zonas del Atlántico, requieren del más profundo compromiso institucional y de la inmediata intervención del gobierno nacional bajo su dirección.

Es urgente que se le pueda garantizar a la ciudadanía afectada y en estado de pánico, su tránsito por las calles a pie o en vehículos en desarrollo de actividades personales y profesionales. La comunidad en los distintos barrios de la ciudad, azotada por la delincuencia está bajo el desespero a causa de la ola de asesinatos y atracos que no dan tregua.

Es por ello que, señor Presidente de la República, respetuosamente le solicito la realización de un Consejo Extraordinario de Seguridad en Barranquilla, para que se evalúen las medidas que hace algunos días se anunciaron, su efectividad y resultados, y si es pertinente que se multipliquen los esfuerzos para que la inoperante judicialización de los criminales no anule la lucha de la Fuerza Pública en procura de su captura.

La política criminal debe ser consecuente con la necesidad de combatir el delito y de reducir a su más mínima expresión a los Grupos Armados Organizados, GAO, o a la delincuencia fragmentada que en opinión de la Policía Nacional es la que viene sembrando el terror en Barranquilla y otras zonas del Atlántico.

Creemos que las políticas en este sentido deben ir de la mano de la erradicación de los comportamientos inadecuados de ciertos agentes de la Fuerza Pública, la dotación en términos de equipos para  su   movilización  y labores de inteligencia, y la indispensable represión dentro del objetivo de doblegar a quienes quieren seguir haciendo escuela en el crimen, entre otros aspectos cruciales para que no sigan impactando negativamente los costos de la delincuencia y la violencia en el bienestar de nuestra región. 

Somos conscientes de que una política criminal severa y la represión por parte de los organismos de seguridad del Estado, son insuficientes si no se articulan con una inversión social que atienda las necesidades de millares de jóvenes que hoy carecen de oportunidades para vincularse a la sociedad en términos educativos y productivos, de profesionales que deambulan de un lado a otro sin poder conectarse con el mercado laboral y de jefes de hogar y madres de familia que a fuerza del rebusque diario obtienen algo de subsistencia.

En estas condiciones de vida, lo más probable es que quien quiere proteger la unidad familiar y desea que sus seres queridos no se mueran de hambre, se encamine hacia el delito. Nada justifica el crimen pero el afán por sobrevivir puede ser un mal consejero.


No se trata de responsabilizar a un gobierno nacional, ni a una administración departamental o distrital de lo que hoy apreciamos, pero sí de llamar la atención de los conductores actuales de la vida pública para que en un verdadero frente común con la sociedad civil, den las respuestas y pongan en marcha los planes que se esperan contra la indignante inseguridad y en favor del desarrollo social y económico.

Es por esto, señor Presidente Juan Manuel Santos, que le escribo esta comunicación que ojalá pueda atender en medio de la difícil agenda pública a la que está sometido en el día a día de la ya complicada rutina nacional.

Si no combatimos la violencia criminal, la otra cara de la paz que deseamos ver en el campo y la ciudades permanecerá nublada. Estoy seguro de su gentil atención y pronta respuesta al clamor de una comunidad del que hago eco como Senador de la República.

Con sentimientos de alta consideración y respeto,

 
JOSE DAVID NAME CARDOZO
Senador de la República
  







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